No confies en unos simples cables enrredados,
simples cables, retorcidos, malgastados,
retorcidos por culpa de tantas palabras,
malgatados por tus malditas patrañas,
Malditas patrañas creídas por inocentes,
inocentes que luego sufren inconvenientes,
inocentes que se fían de palabras,
sin pensar que a unos kilómetros de distancia,
les espera un futuro sin evasiones,
un futuro de complicaciones.
Me encargo de entregar la señal,
estoy disponible en cualquier lugar,
pero que te quede claro que no soy garantizable,
que no todo lo que se escuche de mí es aceptable.