Reconfortante
adicción,
amplitud de los
hechos,
misterios en
"aquello",
pereza en
lamentos,
y
mi habilidad en cero...
Al pasar el
efecto,
ya no siento el
tiempo,
confortantes
caricias
alimentan mi
cuerpo...
Droga, mi
droga, solo mi droga,
que me alivia y
me da fuerzas.
Exquisito tu
néctar...
que embriaga
mis venas...
Y que dulce es
tenerlo dentro,
con fuerzas
aprietas mi cuerpo.
Droga, llega a
mis poros...
y en un
gemido... suelto mi gozo.
Ven...
Ocupa en mi
cuerpo...
Esa droga...
Otra vez...
Esas drogas si que gustan, :)
ResponderEliminarsaludos.
Para droga buena, tus poemas. un abrazo Vane
ResponderEliminarLa droga del amor ¡qué droga más placentera! una droga que no hace daño, sino todo lo contrario.
ResponderEliminarUn beso.
La droga del amor nunca satisface lo suficiente por eso pides cada vez más, tu poesía lo dice con toda claridad, te felicito por ella, se ve que sientes lo que escribes, has volcado en ella todo lo que siente tu corazón.
ResponderEliminarGracías por tu visita y por el comentario tan cariñoso que me has dejado.
Besos de esta nueva amiga virtual
Te invito a que cuando puedas te pases por mi blog para que veas el resultado de los micro, y respondas a una pregunta que os he hecho, además de que allí te espera tu DIPLOMA DE PARTICIPACIÓN.
ResponderEliminarUn beso.